A pesar del gigantesco operativo armado para la búsqueda de Luis Gerez, el hallazgo del desaparecido fue protagonizado por pobladores de la zona. La información hasta el momento brindada por Gerez y los investigadores es difusa y se presta a interrogantes. La recompensa de los 400 mil pesos, según Felipe Solá, no corresponde a quienes encontraron al desaparecido. En esta instancia de la investigación, se ofrecerá una suma dinero para quien aporte datos sobre los captoresEl militante kirchnerista Luis Gerez había desaparecido el miércoles 27 de diciembre. Ocurrió por la noche, cuando se dirigía a comprar carne para compartir un asado con sus compañeros de la agrupación ´Pensar Escobar´. Sus allegados presentaron la denuncia la madrugada del jueves y la reacción del gobierno, a diferencia del caso de Julio López, fue inmediata.
El gobierno instrumentó un gigantesco operativo dirigido por el superintendente de Investigaciones en Función Judicial de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, y supervisado por el ministro de Seguridad, León Arslanian, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Participaron más de 2000 efectivos de la Policía Federal y la bonaerense, la Prefectura y la Gendarmería. Se utilizaron cuatro helicópteros, dos de ellos equipados con visión nocturna, caballería y perros entrenados. Se hicieron más de cien allanamientos y el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, firmó el decreto 3580 por medio del cual oficializó la oferta de una recompensa de 400 mil pesos para quien aportara datos ciertos sobre el paradero de Gerez.
Mientras tanto, voceros oficiales sugerían la posible conexión del hecho con fuerzas paramilitares y miembros de la policía bonaerense afines a Luis Patti, debido a que Luis Gerez, en abril de este año, se presentó como testigo ante la Comisión de Peticiones y Reglamento de la cámara baja para declarar contra el ex comisario por presunta violación de derechos humanos. Patti enfrentaba siete impugnaciones al diploma como diputado electo en representación de la provincia de Buenos Aires por el del Partido Unidad Federalista (PAUFE) y la participación de Gerez como ´testigo clave´ fue decisiva en la causa.
Bajo ese clima de sospechas, transcurridas las 48 horas de la desaparición, se difundió un discurso de Néstor Kirchner en cadena nacional. En él invocó la defensa del estado de derecho, expresó que todas las fuerzas de seguridad todavía debían “recorrer un largo camino para superar la descomposición que significó esa participación en la represión ilegal" y manifestó que no accedería a “la extorsión” ni avalaría “ningún tipo de amnistía” a favor de los inculpados en las causas por los derechos humanos.
El últimatum del presidente surtió el efecto buscado y pareció ser el disparador de la liberación de Gerez: media hora después de difundido el mensaje, el testigo clave reapareció con vida, en Garín. Un dato adicional al significativo suceso fue que en lugar de ser encontrado por los efectivos que participaron del gigantesco operativo, quienes primero lo detectaron fueron pobladores de la zona.
Existen distintas versiones sobre quién fue el primero en hallar al militante. Tres nenas, dos de nueve y una de once años, aseguran haberlo visto y reconocido, tras ser arrojado desde una camioneta, en estado de shock. Por otro lado, Griselda Mendieta, vecina del lugar, asevera que fue ella quien encontró a Gerez deambulando por la calle. La mujer se presentó con su abogado ante la Fiscalía para declarar y sostiene que le corresponde la recompensa de 400 mil pesos que ofreció el Gobierno.
Después de la aparición, sobrevino el primer desengaño: no hay derecho a reclamar la recompensa
Fiel al estilo político de esta época, el gobernador Felipe Solá, a último momento, dió un giro y cambió el sentido que originó el decreto y declaró vacante la recompensa. Una vez hallado Gerez por pobladores de la zona que reclaman el derecho a cobrar los 400 mil pesos, el gobierno denegó el premio por considerar que no aportaron pistas para encontrar al desaparecido y puntualizó que reasignará una recompensa para aquel que aporte datos sobre los captores. La interpretación de Solá desconoce la letra del decreto dictado horas antes por él mismo, según lo publicado el 29 de diciembre en el Boletín Informativo 290 de la Secretaria de Prensa y Comunicación Social del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, donde se explicita que la oferta está destinada “a quien aporte datos fehacientes” sobre el paradero del desaparecido.
El segundo desengaño: La magnitud de la señal de alerta que despertó el gobierno en la población se disuelve entre discursos partidarios y los relatos confusos de Gerez. El fiscal interviniente, se muestra conforme con los pocos datos suministrados por la víctima
En el testimonio aportado por Gerez en 2006, como testigo clave en la impugnación de la cámara baja contra Luis Patti, afirmó que recordaba la voz de uno de los participantes de las sesiones de torturas que sufriera en 1972, a pesar de no haberlo visto porque estaba encapuchado, y que "la reconocía como la del después comisario Patti".
En esta oportunidad también alude a la capacidad de registro de su oído sensible. En una entrevista concedida a Página 12 relató que durante las 48 horas "no hubo diálogo (con sus captores) pero hay una voz en particular, que si la escuchara aún detrás de una pared y sin ver a la persona la podría reconocer. Aunque no hay nada preciso, hay cientos de voces. Pero si la volviera a escuchar, podría decir ´esta voz es la que yo escuché´".
Fuera del elemento de prueba de valor relativo, como lo es el de la memoria auditiva de una voz y la alternativa potencial de reconocer alguna vez a su portador, hasta el momento, Gerez no aportó precisiones que permitan construir, al menos, alguna parte de la trama. No surgen indicios de quiénes pudieron haber sido los autores y cuál fue el objetivo del secuestro, lo que abre interrogantes y da lugar a discursos partidarios encontrados entre el oficialismo y la oposición.
Tampoco surge de la intervención de la Justicia algún dato relevante. El fiscal de Escobar, Facundo Flores, manifestó en una entrevista con Radio Belgrano que la primera declaración de Gerez "se tomó a muy pocas horas de su aparición, con lo cual era más que entendible su estado emocional" y que no "se quiso indagar en precisiones que tal vez lo retrotraían a los malos momentos vividos" porque, según el magistrado, "no aportaban demasiado a la causa".
No obstante, Flores expresó que ya se han tomado 120 declaraciones testimoniales y que se evalúan "todas las hipótesis posibles". El funcionario agregó que en este momento interviene un equipo integrado por cuatro mil personas, entre efectivos de seguridad y especialistas, abocados en el caso. Es de esperar que de semejante operativo puesto a disposición de la causa surja una información más clara de los hechos.
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