En la última asamblea se resolvió delegar la decisión del formato que se le dará a las protestas en Buenos Aires, en un grupo de personas encabezado por Adolfo Weinberg. Resta decidir si serán bloqueos, volanteadas, huevos podridos o "filmar a la gente", como propusieron los cabecillas del sector más duro.
El fiscal Martín Lapadú impartió la orden a Prefectura de detener a quienes bloqueen la terminal de pasajeros. El líder Jorge Frizler desafió la advertencia judicial expresando que, de hacer falta, “la asamblea está dispuesta a enfrentarse con el diablo" y anticipó que "deberán tener alojamiento en las cárceles para miles de personas”.
Según el medio digital Urgente24, Emiliano Ezcurra, dirigente de Greenpece, manifestó su desacuerdo con la postura adoptada por Gualeguaychú, crítica a la que Fritzler respondió que "se niega a entrar a una fiestita a la que nadie lo invitó".
¿ES BOTNIA EL REAL PROBLEMA?





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