mayo 11, 2007

SANTA CRUZ INQUIETA: SALE SANCHO Y ENTRA PERALTA

El enfrentamiento entre la policía y el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Santa Cruz, con un saldo de 20 heridos, aceleró el desenlace previsible: la renuncia del gobernador, Carlos Sancho, y de todo su gabinete. En declaraciones a periodistas en Casa Rosada, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, reconoció que la represión del gobierno santacruceño provocó el enojo del Presidente con Sancho, a tal punto, que le expresó su "particular bronca porque lo sucedido ayer no condice con su visión y acciones de los derechos humanos".

Pero los derechos humanos no constituyen el motivo real de la aflicción de Néstor Kirchner, si se tiene en cuenta que fue quien dispuso el envío de más de 700 hombres de Gendarmería Nacional a su provincia. La instalación de la multitudinaria guardia militar y las balas de goma y plomo disparadas por la policía local proyectan la peligrosa imagen de una ofensiva nacional de acero en manos de un gobierno provincial que no ha sido más que un cartón pintado.




Sancho al gobierno, Kirchner al poder

Carlos Sancho fue impuesto como gobernador en marzo de 2006 a raíz de un solapado golpe de Estado producido por Néstor Kirchner. En aquella oportunidad, la movida del presidente tuvo como objetivo quitar del medio al gobernador Sergio Acevedo. El mandatario provincial había tenido dos atrevimientos que enfurecieron al poder central: su negativa a la ingerencia del ministro de Planificación, Julio de Vido, en el área de obras públicas de su provincia, y el anuncio, sin la anuencia de Kirchner, de la pronta repatriación de los fondos de Santa Cruz (una asignatura aún pendiente del presidente).


Una vez derrocado Acevedo, las decisiones provinciales comenzaron a correr por cuenta y orden exclusiva del poder central. Pero la ineptitud de Sancho para gobernar y contener la rebelión gremial suscitada en la provincia, hizo que las manifestaciones de protesta se dirigieran directamente hacia la persona de Néstor Kirchner y su gabinete.

El presidente nunca más se atrevió a frecuentar las calles de su provincia. Apenas las sobrevoló para llegar, en lo posible sin escalas, a su residencia de El Calafate y habrá espìado desde el aire a la multitud que reclamaba su presencia para que se hiciera cargo de los problemas gremiales, cuya raíz proviene desde los tiempos de su gestión como gobernador de la provincia.




Similitudes y diferencias entre el Sancho de Cervantes y el Sancho de Kirchner


(Sancho Panza, escultura de Leo D´Lázaro, 1993, La Habana, Cuba)

Algunos rasgos de la figura del ex gobernador sureño pueden compararse con los de su homónimo, el compañero inseparable de Don Quijote. Los dos “Sanchos” vieron concretada la fantasía de la “ínsula” prometida: el gobierno de Barataria para uno, y el de Santa Cruz para el otro. Ambos se aventuraron a cumplir la voluntad de “un duque” que les entregó la potestad ficticia de un feudo cuando, ya se sabía, eran incapaces para gobernar. Y ambos fueron ingenuos; aunque aquí comienzan las diferencias: mientras las desventuras del Sancho de Cervantes en Barataria inspiran ternura, las del Sancho de Kirchner en Santa Cruz provocaron angustia y rechazo.


Sancho nominado, debe salir de la gran Casa. Ingresa Peralta


El Sancho de Santa Cruz siempre reportó a la Rosada, pero no pudo arreglárselas con un poder central administrado desde la distancia. El desborde del conflicto hizo que el Presidente “nominara” a Sancho e hiciera ingresar en la gran Casa a un empleado más hábil y experimentado, como Daniel Román Peralta. El flamante visitante es un diputado provincial, aunque en uso de licencia porque, también por disposición de Néstor Kirchner, en 2004 fue designado interventor de Yacimientos Carbóniferos de Río Turbio (YCRT), con la misión de encausar las consecuencias de la tragedia ocurrida en junio de ese año donde, a raíz de un incendio, fallecieron 14 mineros atrapados por el fuego. ¿Cómo pudo el ejecutivo nacional imponer la designación del interventor de YCRT como nuevo gobernador sin alterar el procedimiento que establece la carta magna provincial?. ¡Magia!.


Abracadabra pata de cabra, ¡que aparezca la institucionalidad!




Por más que se rasque hasta el fondo de la galera no aparecerán las piezas fundamentales del orden institucional, porque no existe ni se quiere, desde el kirchnerismo, que exista en la provincia. El motor de la varita mágica fue el de alcanzar, por lo menos, una fachada legal para lograr que de un día para otro la provincia pudiera cambiar de gobernador, según lo establece la Constitución: la sucesión natural en el cargo está prevista para quien ejerza la titularidad de la cámara legislativa, en este caso, Judith Forstman.

Pero desde el poder central, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se encargó de preanunciar el pase mágico, al anticipar que ya existía el "consenso" necesario en la Legislatura para designar a Peralta como nuevo gobernador. Y así fue: dolido el espíritu constitucional, pero cumplido, eso sí, el proceso burocrático de la norma, a una velocidad meteórica el diputado en uso de licencia e interventor de YCRT retornó a la legislatura como paso previo al ejecutivo para cumplir con los requisitos legales para constituirse en el cargo de gobernador. El sitio parlamentario.com lo sintetiza en el título de una nota donde cuenta en detalle el procedimiento seguido en el parlamento provincial: “En pocos minutos la Legislatura santacruceña sorteó los inconvenientes institucionales necesarios para que el elegido de Kirchner pudiera convertirse en el sucesor de Carlos Sancho”.

Extraño modelo de gobierno federal: Daniel Peralta, un nuevo delegado provincial de Kirchner

Daniel Román Peralta, quien antes fuera subsecretario de Trabajo durante el gobierno de Néstor Kirchner en Santa Cruz, adquirió un amplio conocimiento y experiencia sobre temas de negociación sindical en la provincia. Luego ocupó el cargo de presidente del bloque justicialista en la cámara de Diputados, pero a raíz de la tragedia de Río Turbio, en junio de 2004, sus pares le otorgaron licencia sin goce de sueldo para que asumiera la intervención de YCRT. Los antecedentes de Peralta y su fructífero paso por el organismo estatal hicieron que Kirchner pensara en él para este momento crítico en la provincia y le encomendara la misión de regularizar la situación.

El éxito de la intervención de Peralta dependerá de su pericia para la negociación con los sindicatos y del equipo de colaboradores que lo acompañe, aunque también de la chequera que le proporcione el poder central para ceder al reclamo de aumento del salario básico de todo el universo estatal de la provincia. Cuenta con el apoyo del ministro De Vido y en poco tiempo, en medio de un año electoral, se conocerán los resultados de la intervención de la administración central. Mientras tanto, jefe de Gabinete, Alberto Fernández, asegura que “Alicia Kirchner tiene 63 puntos de intención de voto” para gobernar la provincia de Santa Cruz.

1 comentario:

El Cuervo de la Información dijo...

Hola Mercedes: Muy bueno el blog, pero no pusiste ninguna dirección de correo electrónico para contactarte.
Tengo un blog anti K y me gustaría que lo visites. Saludos.-