febrero 24, 2007

"El ave Fénix en política petrolera": la asignatura pendiente de Néstor Kirchner

Durante su cuarta visita a Caracas, el presidente Néstor Kirchner firmó un acuerdo energético con su par caribeño, Hugo Chávez. El convenio se formalizó a través de las petroleras estatales PVDSA, de Venezuela, y Enarsa, de Argentina, con una simbólica puesta en marcha del primer pozo, en la cuenca del Orinoco.


Según Kirchner, el emprendimiento común con el país caribeño es, para los argentinos, como “el ave Fénix en política petrolera”, después de la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) resuelta en la década del noventa.

Pero en la evocación del “renacer de las cenizas” de la industria nacional, el presidente tuvo un lapsus en su discurso reivindicatorio: obvió el rol protagónico que le tocó jugar hace quince años, cuando siendo gobernador de la provincia de Santa Cruz colaboró con el presidente Carlos Menem para que la empresa estatal argentina pasara a manos privadas.

En 1992, Menem presentó el proyecto de privatización y provincialización de los yacimientos de YPF. La iniciativa necesitaba de la aprobación parlamentaria. Néstor Kirchner, mandatario de una provincia rica en producción petrolera, prestó el apoyo necesario para que la iniciativa se hiciera realidad: envió en el avión de la gobernación al diputado Rafael Flores, quien se encontraba de licencia con una pierna enyesada, para que votara, en su representación, a favor de la iniciativa menemista.

La privatización de YPF y la federalización de hidrocarburos fueron sancionadas bajo la ley 24415. El ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, compensó a Santa Cruz reconociéndole regalías mal liquidadas por 654 millones de dólares, de los cuales Kirchner empleó 290 en comprar acciones de YPF a 19 dólares cada una, para venderlas seis años después a casi 45. Así, obtuvo 660 millones de dólares, cifra que, casi en su totalidad, fue depositada en bancos extranjeros. Son “los fondos de Santa Cruz” que yacen aún en el exilio; son cenizas del recuerdo que también merecen “un ave Fenix”, de la repatriación.

No hay comentarios.: