febrero 08, 2008

Las aventuras de mamá Hebe

Santo Piquete: Un grupo de la fundación Madres de Plaza de Mayo liderado por Hebe de Bonafini se instaló en la Catedral Metropolitana en señal de protesta por el retraso de pago de la cuota, de algo más de un millón de dólares, que los contribuyentes aportan para solventar los emprendimientos inmobiliarios en las villas de la Ciudad. “Queremos que la gente sepa que las Madres estamos aquí, en la Catedral, y si quieren venir a acompañarnos pueden hacerlo, las puertas de la Catedral están abiertas”, arengó Hebe.


Santo retrete: Efectivamente, los brazos del templo permanecieron abiertos para la convocatoria piquetera. Pero los sanitaros, no: la Iglesia impuso su autoridad y decidió proteger los retretes del lugar cerrando con llave los baños públicos del templo. Gracias al ingenio de la madre de todos los argentinos, siempre agudo a la hora de gesticular, las rebeldes encontraron una solución para tener dónde satisfacer sus necesidades básicas, como la de defecar, sin moverse del bunker asaltado: instalaron una suerte de baño químico provisorio en un rinconcito del altar mayor del templo cristiano.


Lo que puede una pelela fuera de lugar: la permanencia, que ya se venía extendiendo por más de seis horas, y con un lugar donde defecar, le proporcionó a la protesta una estética (política) algo incómoda para los funcionarios. La pelela provisoria junto al altar prometía convertirse en un suceso mediático muy particular. Las autoridades porteñas dijeron “basta” (a la pelela) y efectivizaron la transferencia millonaria exigida por las militantes.


Santa Resignación: Según la propia Iglesia, tomar un templo como trinchera para presionar a funcionarios públicos y su altar como reducto de heces y orín, no es un acto de profanación.

Argentina, un país condenado al retrete: el episodio, aunque irónico para nada risueño, recuerda otro colmo escatológico, como el protagonizado por la ex jefa de Hacienda, Felisa Miceli. Hoy servidora de Hebe, también es experta en baños multifunción. La otrora funcionaria supo instalar la imagen de las arcas entreverada con inhodoros cuando se encontró una misteriosa bolsa con billetes en el baño privado de su despacho público, hecho por el que se le sigue una causa judicial, hasta hoy, algo atrancada. ¿Habrá sido la musa inspiradora de la ocurrencia de Hebe?



"Queremos que la gente sepa que las Madres estamos aquí. Nos clausuraron los baños de la catedral y tuvimos que improvisar uno, detrás del altar"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HACEN PIQUETE HASTA EN LAS IGLESIAS

Anónimo dijo...

Los medios casi ni tocaron el tema. Ni siquiera la misma Iglesia Católica. Para la próxima ponen un quiosquito de choripanes.