diciembre 02, 2006

Elecciones 2007: Scioli solo mide bien

Según las encuestas oficiales, Daniel Scioli goza de una imagen con alto nivel de conocimiento y aceptación en un amplio espectro del electorado de la Capital y la provincia de Buenos Aires. El oficialismo tantea su candidatura

Daniel Scioli Scioli pasó a ser una pieza mágica sacada de la galera por la plana mayor del kirchnerismo: según las encuestas, es el candidato que mejor mide para enfrentarlo cuerpo a cuerpo con Mauricio Macri o la potencial participación de Juan Carlos Blumberg en las elecciones de 2007. El nivel de aceptación descubierto en la figura del vicepresidente de los argentinos hizo que ascendiera su status ante los ojos de la cúpula del poder "K".

La falta de candidatos competitivos en el seno oficialista explica la reivindicación política de Scioli. Queda sepultado, al menos por ahora, aquel enojo frontal de Néstor Kirchner, provocado en agosto de 2003, cuando el presidente de la cámara alta insinuó poseer vuelo político propio al incursionar en temas claves, hasta hoy sin resolución, como la necesidad de ajustar las tarifas de los servicios públicos y el custionamiento sobre la declaración de nulidad de las normas de obediencia debida y de punto final.

El ex motonauta, devenido en candidato estrella, prefiere postularse como jefe de gobierno en el territorio porteño, pero la cúpula kirchnerista dispuso colocarlo en el ring bonaerense. Legalmente, Scioli no cumple con los requisitos que establece la carta magna provincial, porque no ejerció jamás la ciudadanía en ese territorio, donde solo tiene para acreditar vivencias de cuando usaba pantalones cortos.

Aunque su legítima pertenencia es la Capital Federal, el gobierno intenta forzar la postulación en la provincia, desvirtuando el espíritu de la ley. La inspiración oficialista proviene de los resultados temporales de las encuestas, cuyo único valor radica en una medición.

Pero la opinión pública es volátil, dinámica, cambiante, y tiene facetas que ninguna encuesta es capaz de descifrar en su totalidad. Basta remitirse al fracaso imprevisto de Carlos Rovira en Misiones, territorio donde hasta el propio presidente Kirchner había puesto todas sus fichas a partir de las mediciones; más optimistas y obsecuentes ellas, que el propio oficialismo.


¡ A caminar la provincia !

Una vez más, el poder “K” se guía por la palabra santa de los encuestólogos y le ordena a Scioli que camine la provincia para ganar aún más popularidad.

Gastar los zapatos por los senderos que demarcan las consultoras alcanzarían para anticipar, en el mejor de los casos, un éxito electoral de orden cuantitativo. Pero nunca podrán predecir si el sonriente candidato, de conquistar la primera magistratura bonaerense, se mantendría en la misma postura dócil al gobierno central, como Felipe Solá.


"Zapatos", obra de Miguel Olivier, Madrid

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